De El Bulli, una experiencia que nos ha dejado huella… el Documental “Tetra” |
¿ Al Bulli ?
El vino, ese fue el origen, después vinieron mas razones, mas escusas, mas ganas, y finalmente las sensaciones, las sorpresa y el exceso, fueron muchos los momentos en los que me sentí desbordada…
Me pierdo buscando el momento en el que alguien insinuó que algún día podíamos darnos un homenaje en el mejor restaurante del mundo -como suena, el mejor restaurante del mundo-, y aquella insinuación se repitió, se repitió y fue tomando cuerpo hasta el día en que tuvo una fecha.
¿Al Bulli ? ¿ Vas a cenar al Bulli ?
Los preparativos, ninguno, nada que llevar y si mucho que traer, mucho que contar y mucho que recordar, un fin de semana dedicado íntegramente a un sólo propósito, hacer que una cena entre amigos fuese única, que la ardua tarea de conseguir una mesa en el Bulli (gracias Luz), se viese culminada con una noche de sorpresas, de sensaciones, de recuerdos, de sabores, de texturas, de colores, de diseño, y así fue.
De El Bulli, una experiencia que nos ha dejado huella… el Documental “Tetra” |
Roses, fin de semana totalmente otoñal, media tarde, la excitación empezaba a notarse, vagas imágenes de algún documental, y cuerpo y alma preparados para no perder un solo instante, comienza la noche desde Roses, a través de una carretera que baila al ritmo de la costa, recreándose en cada uno de sus rincones y deleitándonos con un Mediterráneo que abrazaba suavemente a la costa, y que nos dibujaba el camino hasta Cala Montjoi, un rincón de esos que te envuelven, y que ha quedado para siempre grabado en la historia del arte de la gastronomía, llegar al Bulli no es fácil y no tan sólo porque conseguir una reserva sea harto complicado.
Un sutil cartel nos dice que ya hemos llegado, busco con la mirada los detalles, inocente de mi, no sabia que los detalles me desbordarían durante toda la noche, curioseo el menú a la puerta, la luz aún permite ver el mar con claridad y empiezan a despertar mis sentidos, subo la escalera hasta el gran ventanal del taller de artesanos, que me descubre de un solo golpe y a través de un cristal la cocina de El Bulli, otro exceso más, poder irrumpir en esa tela de araña de casi 50 personas, que hacen de cada menú, un desfile impecable de 38 creaciones.
Y somos recibidos por Juli Soler, un profesional a la sombra, que nos adentra de nuevo en la cocina, esta vez en un tu a tu con Ferrán Adriá y ese elenco de cocineros que apenas y levantan la mirada, sorprender cada noche a 50 comensales, sabiendo que cada plato será examinado hasta el mínimo detalle y que el mas mínimo error será multiplicado hasta la saciedad, no deja muchos momentos de relajación.
Nos dirigen al salón y nos encontramos con un ambiente amable, familiar, que en nada cumple las suposiciones de un lugar fastuoso, excesivo, frío o distante, una atención y unos profesionales en la sala que me sorprendieron por el trato amable, cordial y sobre todo personal, en cada instante, en cada momento, no hubo un descuido en la mesa.
Y comenzó el desfile, a un ritmo inesperado que me dejó sin aliento y con la sensación de no poder disfrutar de cada bocado con la tranquilidad que esperada, pero claro ..son 38 momentos que pueden eternizar una noche, no hubiese estado mal eternizarla.
De El Bulli, una experiencia que nos ha dejado huella… el Documental “Tetra” |
Globo de gorgonzola, Como comer un globo?, pues con las manos y rompiéndolo en cada bocado.
Tortillita de camarones, la delicadeza de un sabor que se eterniza en la boca.
Caviar de aceite bebido con sopa de aceituna, ummm todavia lo recuerdo.
Falso caviar de avellana sobre salsa de caviar y caviar sobre salsa de avellana, jugar con las texturas y los sabores es una de las grandes habilidades que descubrimos en la cocina del Bulli.
Drap de tartufo, la trufa blanca existe.
Ceviche de almeja y cactus, cigala al natural, tostadas de sésamo, sopa de coco…..
De El Bulli, una experiencia que nos ha dejado huella… el Documental “Tetra” |
De El Bulli, una experiencia que nos ha dejado huella… el Documental “Tetra” |
Necesitamos levantarnos de la mesa un par de veces para poder retomar el ritmo trepidante del menú, y cerramos el desfile con una caja de chocolates, un baile de colores con el que quisiera volver a danzar.
La noche la cerramos en la terraza de El Bulli, con el mar de fondo y la sensación de que llegábamos al final , una tertulia en la que satisfecha hasta la saciedad seguía recordando las imágenes de los platos que habíamos disfrutado, una noche en la que el vino, no fue el gran protagonista, y quedó relegado a un segundo plano, quizá complementar el excelente menú con un maridaje acorde, se podría considerar acertado, es complejo armonizar tantos sabores pero si alguien puede enfrentarse a esa complejidad solo podrán ser aquellos que lo han ideado a golpe de trabajo y genio.
De El Bulli, una experiencia que nos ha dejado huella… el Documental “Tetra” |
Y tras 5 horas en El Bulli, llegó la hora de regresar, todo un atrevimiento coger el coche de vuelta tras un homenaje como este y ante las curvas sinuosas que nos esperaban, caras de satisfacción, platos que triunfaron en todos los paladares y platos que por mayoría no se llegaron a entender, comentarios y sensaciones que aparecían en cualquier momento.
Y empezó a formar parte del recuerdo lo que para la mayoría es un derroche, económico para algunos, y de sensaciones para otros, entre los que me mimetizo, me gusta opinar desde el la experiencia, y hoy digo que si puedo volveré, quiero saturarme de derroches como éste.
¿Al Bulli ?¿ Has estado en el Bulli? Si …