Recomiendo leer Restaurante Osmosis, Barcelona. Un Descubrimiento de lujo (parte I).
Comenzaron el servicio del pan, tres tipos de sal (Sal del Himalaya, Sal volcánica de Hawai y Sal del río Murray de Australia) y un aceite Arbequina muy expresivo (afrutado, aromas a manzana. Suave de intensidad media y con recuerdos a papilla de frutas).
Siete platos presentados de antemano por Fréderic y todo mirado con cuidado, hasta el más mínimo detalle: el cambio del pan, cambio de cubiertos para cada plato y una copa para cada vino (hay que decir que tomamos 4 vinos).
Foie micuit con manzana a la vainilla inició el suculento listado de manjares. Un foie exquisito acompañado de manzana y orégano sobre un crujiente, base realizada con pan de molde, invento de Fréderic “Consiste en poner varias capas de pan de molde entre placas para eliminar la humedad, así encontré una “base solución” que aguantase el peso del foie”. Se lo elabora su panadero y el pan debe tener un alto contenido en gluten.
Una Crema de pera de San Juan con ostrón y aceite de paprika le siguió al foie. Crema de pera suave, con finura, que armonizaba perfectamente con los toques salinos del ostrón.
Para estos dos primeros platos el vino que nos abrió Fréderic fue un xarel-lo de la DO Penedés. Pardas 2008, un blanco con 6 meses de crianza que aguantó perfectamente el foie y la nota salobre del ostrón.
Langostinos marinados con curry y ensalada de mostaza fue el tercer plato, quizá el que menos me sorprendió ya que el aliño era tan suave que no se percibía ni el curry ni la mostaza. Además, Fréderic nos comentó que llevaba una mermelada al whisky de elaboración propia con una infusión de bolas de enebro. Todo bastante suave para notarse.
Probamos la mermelada al whisky por separado y efectivamente tenía un sabor ligero y con estructura más bien gelatinosa. Me imagino que podría ser una buena base de una salsa para una carne blanca de caza.
El vino Agaliu 2008 de la DO Costers del Segre, 100% Macabeo, sirvió como acompañante. A mi personalmente me sorprendió gratamente. Un vino para recomendar.
Continuamos con el plato de pescado, Bacalao confitado con legumbres a la naranja. El aroma a cítricos sobrevolaba en el ambiente y te hacía salivar antes de tiempo. Al bacalao con una textura tersa y aterciopelada le acompañaban la lenteja pardina, el garbanzo de l’Anoia y judías de la Garrotxa. Un plato sinceramente delicioso y apetitoso.
Como plato de carne tuvimos un steak tartar, que lo acompañó una bolita de mantequilla y otra de gengibre. Nunca lo había tomado con gengibre, en mi opinión y aunque parezca lo contrario, el gengibre realza un poco su sabor y le da un toque diferente a lo habitual. Eso sí, hay que tener cuidado con no pasarse con esta especia. Simplemente es una pizca, el exceso llevaría al efecto contario al que queremos conseguir.
Lo acompañamos con un vino rosado, Roigenc 2009, de la DO Montsant, 100% syrah. Un vino fresco, con bastante cuerpo, de esos rosados que parecen tintos. Además, un vino glicérico que favorecía el paso del steak tartar. Debo decir que aún teniendo una graduación alcohólica elevada, 14,5%vol (y creo que algo más de lo que pone en la contraetiqueta) no se percibía en boca, estaba bastante equilibrado y la temperatura de servicio era la adecuada y facilitó su consumo.
Era el momento de los postres, fueron dos. Primero una piña colada que nos hizo de digestivo, además de cambiar el paladar y adaptarlo para el segundo postre, llamado tres chocolates. Simplemente con mirarlo se te hacía la boca agua. En primer lugar había que tomarse una trufa de chocolate con un toque de aceite y sal y acompañada de una diminuta tosta. Le seguía un Brownie con un helado de Kulfi. Para el que desconozca el kulfi, comentar que es un postre hindú que tiene como ingredientes principales el cardamomo, el agua de rosas, pistacho, pero puede llevar otros como el curry, azafrán, canela clavo, y macerado en leche. En este caso se había hecho sobre una infusión de coco.
Y el tercer chocolate era una cubierta de chocolate que envolvía chocolate líquido con una base de almendra.
Este postre fue una explosión para mis sentidos, evidentemente soy una gran amante del chocolate. El único “pero”, se lo lleva el helado de kulfi que , como le comentamos a Fréderic, el cardamomo sobresalía demasiado.
Este postre lo acompañó un vino dulce natural, Avus 2007, DO Terra Alta, 100% Garnacha Tinta.
Terminamos la cena con una copa de ron Zacapa Centenario Sistema de Solera nº 23, la cual nos transportó al Caribe.
La cena estuvo fantástica. Cocina de autor elegante y sobre todo, casera. Los vinos, un paseo por el terruño catalán, nos gustaron todos y formarán parte de nuestras recomendaciones.
En cuanto a la atención recibida, impecable, con un trato personal excelente. Nos sentimos muy cómodos, entramos como unos desconocidos clientes y salimos los últimos después de una agradable y entrañable sobremesa junto a Fréderic.
La vida está llena de encuentros y coincidencias, de casualidades que tienen que ocurrir porque existe un porqué para que sucedan. Y ésta fue una de ellas. Pues terminamos sabiendo que su tatarabuela era del mismo pueblo que mi padre. Alcabón, un pequeño municipio toledano de apenas 800 habitantes. Quizá hasta seamos familia.
¡Fréderic esperamos tu llamada para junto a tu padre indagar en las raíces de tu árbol genealógico!.
Fue una inolvidable velada en la que todos estuvimos de acuerdo en que Osmosis formará parte del álbum de nuestros grandes recuerdos.
NOTA 1:
Nos gustará leer vuestras opiniones así que tanto los que hayáis disfrutado de Osmosis como los que vayáis a ir, os invitamos a que nos dejéis vuestros comentarios.
NOTA 2:
Disculpar por la calidad de las fotografías pero la iluminación para un iPhone no era la adecuada. Servirán para que os hagáis una idea aunque lo mejor serás que tengáis oportunidad de comprobarlo vosotros mismos.
DATOS DEL RESTAURANTE
Restaurante Osmosis
C/Aribau 100,
08036 Barcelona
España
Tel: (+34) 93 45 45 201
Comidas de 13:00 a 15:30
Cenas de 21:00 a 23:00
Cerrados domingo y lunes noche.
Cocina de mercado donde no hay carta sino menú degustación, de día el menú ejecutivo y por la noche cambia a un menú degustación completo. Eso sí, son menús que se cambian semanalmente.
Web: Restaurante Osmosis.
NUESTRA EXPERIENCIA
El Restaurante como entorno: 8. Elegancia con sencillez.
La mesa: 9. Bien vestida.
El entorno de la mesa: 8,7. Disposición singular, en la entrada de un piso, separada de los dos apartados donde se podía fumar. Importante: No percibimos en ningún momento la presencia de humo.
Atención al cliente: 9,5. Muy agradable.
Comida: 9. Exquisita.
Nuestra Armonía con vinos: 8,9. Descubrimiento de varios vinos.
Calidad/Precio: 9. Perfecta.
Escala del 0 a 10 puntos.