Creo que como todo en la vida, para empezar, hay que hacerlo por el principio. Y se me ocurren unas preguntas esenciales, ¿qué es un Agua Mineral Natural (AMN)?, ¿lo sabemos?, ¿es lo mismo decir Agua Mineral Natural (AMN) que Agua de Manantial?, o mejor aún, ¿entendemos el significado de Agua Mineral Natural (AMN) y lo que supone para nuestro organismo su consumo diario?.
Estas cuestiones las he estado planteando a personas de mi entorno, con perfiles de consumidor diferentes, con menor y mayor entusiasmo por la gastronomía, con desconocimiento o con un considerable entendimiento técnico, y las respuestas no me han dejado indiferente. Cuando llega el momento de hablar de aguas minerales naturales me he encontrado, o que hay silencio bien porque nadie se atreve a expresar su idea de lo que cree saber, bien porque se ignora, o que hay réplicas del ejemplo de “ es agua por el que se paga…”, “ es puro esnobismo. Las botellas cada vez más monas pero a fin de cuentas lo que hay en su interior es agua…”, “no voy a pagar por agua embotellada cuando tengo la del grifo…”, “¡ah! Yo los fines de semana voy a la sierra y me llevo garrafas para llenar de agua de una fuente que conozco. Agua directamente del manantial. Está riquísima, y sale fresquita, fresquita…”.
Lo primero que hay que saber de un Agua mineral Natural es que es un agua subterránea, bacteriológicamente sana y de composición química constante (ver el artículo que escribí: El Agua Mineral Natural presente en las VI Jornadas Internacionales de Sumillería). Mientras el agua del grifo es un agua de origen diverso tratada para garantizar un consumo seguro a la población, el agua mineral es un alimento que llega al consumidor tal y como se encuentra en la naturaleza, con su misma composición mineral y pureza natural.
Además de las tres características que he citado anteriormente, según la Norma Codex las Aguas Minerales Naturales:
– Mantienen un caudal y calidad del flujo constante. Por ello las empresas con licencia para su envasado deben tener en cuenta los ciclos de las fluctuaciones naturales del acuífero.
– Poseen un contenido de sales minerales así como la presencia de oligoelementos (minerales que tiene el organismo en proporciones muy pequeñas pero imprescindibles para acciones metabólicas, en definitiva, esenciales para la vida).
– Presencia de una flora autóctona sana. Las aguas minerales naturales no tienen que ser estériles. Se permite la presencia de microorganismos no patógenos.
– Se embotellan cerca del punto de emergencia de la fuente, adoptando precauciones higiénicas especiales. Para ello, el acuífero se mantiene preservado de contaminaciones por un Perímetro de protección legalmente establecido.
– Han de tener determinados efectos favorables para la salud, demostrables experimentalmente. Estos efectos pueden ponerse en la etiqueta.
Dos tratamientos solamente son los permitidos por la Norma Codex para las AMN de manera que no altere su composición ni su flora autóctona:
1.- La eliminación de los constituyentes inestables, como por ejemplo el hierro, el manganeso, azufre o arsénico, por decantación o filtración.
2.- Y la modificación del contenido del gas carbónico inicial.
En función de esto último, tendremos:
Agua mineral natural carbonatada naturalmente, agua mineral que, después de un posible tratamiento, de la reposición de gas y del envasado, contiene la misma cantidad de dióxido de carbono desprendida de manera espontánea y visible en condiciones normales de temperatura y presión.
Agua mineral natural descarbonatada, toda agua mineral que, después de un posible tratamiento y de su envasado, contiene dióxido de carbono en cantidad inferior a la cantidad que contenía al surgir de la fuente y no desprende dióxido de carbono de manera visible y espontánea en condiciones normales de temperatura y presión.
Agua mineral natural enriquecida con dióxido de carbono de la fuente, se entiende toda agua mineral natural que, después de un posible tratamiento de y de su envasado, no tiene el mismo contenido de dióxido de carbono que al surgir de la fuente.
Agua mineral natural carbonatada, es agua mineral natural que, después de un posible tratamiento y de su envasado, se ha hecho efervescente mediante la adición de dióxido de carbono de otra procedencia.
A diferencia de las AMN, las Aguas de Manantial son aquellas aguas que al igual que las aguas minerales naturales, tienen un origen subterráneo, protegidas contra los riesgos de contaminación, microbiológicamente sanas y no pueden ser tratadas, pero que por el contrario no puede serles atribuido ningún efecto específico sobre la salud, y sobre todo, no tienen una composición constante. De ahí que no aparezca su composición química en la etiqueta.
Además, las Aguas Minerales Naturales se diferencian también de las Aguas de Manantial en un punto importante que es su naturaleza jurídica. Mientras que las A. de Manantial se rigen por la Ley de Aguas, las Aguas Minerales Naturales por su singularidad y características, son consideradas un recurso minero y por tanto están sometidas a la Ley de Minas (22/1973 de 21 de julio). A esto se une que el AMN es un producto agroalimentario y como tal viene regulado por la Reglamentación Técnico Sanitaria – Real Decreto 1164/91, siendo la trasposición de la Directiva 80/777/CEE donde se trata con especial atención los controles de calidad a llevar a cabo, detallando particularmente los aspectos microbiológicos del agua en la emergencia y una vez envasada.
Sobre los efectos del consumo de Agua Mineral Natural sobre nuestro organismo, ni que decir tiene que su ingesta nos proporciona el valor añadido de una serie de minerales y oligoelementos propios del origen de cada tipo de agua y que se mantienen constantes en el tiempo.
Dos litros de Agua Mineral Natural al día aportan más de 20 minerales y oligoelementos a nuestro organismo y cubren entre el 5 y el 8 % de nuestras necesidades diarias.
Se trata, pues, de una hidratación rica, de una hidratación inteligente pues el consumidor tiene la Capacidad de Decisión para elegir el agua mineral que mejor se adecue por el contenido en Calcio, magnesio, sílice, flúor , etc, a su situación física y a las necesidades específicas de su cuerpo.
Y quiero terminar igual que comencé. Lanzando una pregunta al aire. Al igual que pagamos por ir a un gimnasio y cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente, o adquirimos productos naturales en herbolarios o parafarmacias (aceite de onagra, levadura de cerveza, cola de caballo, resveratrol, etc), yo pregunto, ¿pagaríamos por un jarabe, píldora o pastilla que nos proporcionase una cantidad diaria de minerales esenciales para nuestro organismo?, ¿y a qué precio?.
Vía:
¿Qué es un Agua Mineral Natural?
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Yo soy un fanático del agua carbonatada desde muy niño. Es lo mejor que hay, nunca he tenido problemas de peso y siempre me he sentido muy saludable. Muy buen artículo.