Hace más de dos años que os escribí contando el gran avance que suponía para la acuicultura lo que se había logrado desde España, que Científicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO) hubieran conseguido por primera vez que atunes rojos en cautividad realizasen una puesta de varios millones de huevos viables, mediante inducción hormonal, un logro que abre la puerta a la posibilidad de la cría de esta especie de forma sostenible. Algo hasta ahora inaudito, según explicaba el investigador Fernando de la Gándara, que es el coordinador de este proyecto europeo denominado proyecto REPRODOTT.
La obtención de huevos viables de atún rojo a partir de individuos cautivos es el primer paso para la producción de esta especie sin recurrir obligatoriamente a la explotación de las mermadas existencias naturales de manera que, en el futuro se pueda abastecer el mercado de forma sostenible, según los científicos.
Las puestas de hembras de atunes rojos atlánticos en cautividad se han llevado a cabo en las instalaciones de “El Gorguel” (Cartagena, Murcia).
Hoy me alegra saber que este proyecto continúa cosechando progresos, aunque eso sí, muy lentamente.
Leo un artículo de Rafael Méndez para El País donde explica claramente los avances que se han hecho desde 2009 a esta parte.
Las microscópicas larvas crecían, pero al soltar los alevines al tanque la mayoría morían estrellados contra las paredes. De la Gándara cuenta que, al menor estímulo, salen disparados como harían en el mar; por eso hay colisiones y una gran mortalidad». Otras especies reproducidas en cautividad, como la dorada o la lubina, no tienen ese problema, quizá porque no siempre nadan en mar abierto. A veces, se acercan a las rocas y distinguen mejor los obstáculos.
En 2009, consiguieron que los atunes vivieran durante 73 días y alcanzaran unos 30 gramos de peso. En 2010, de los 60 millones de huevos, quedaron unos alevines que fallecieron a los 110 días de vida, con 100 gramos de peso. Un éxito a medias. En julio del año pasado, se unió al proyecto el japonés Manabu Seoka, experto en cultivo larvario del atún rojo del Pacífico.
Manabu Seoka lo que ha hecho básicamente es cambios en la alimentación, ya que hay que conseguir alimentar larvas de apenas unos milímetros con zooplancton enriquecido, cultivado en el mismo centro, después se les dan larvas de otros peces, y hay que ajustar los cambios de la dieta.
Actualmente hay unos 100 ejemplares de aproximadamente un kilo de peso y en el mar hay otra jaula con otros 200 ejemplares mayores.
Estos son los primeros ejemplares de atún rojo atlántico criados en cautividad.
Seoka no duda de que habrá sitio para el sushi de piscifactoría aunque el stock de atún rojo mejore gracias a las últimas medidas de control. Y considera que España «está en el primer lugar para crear una industria de la cría del atún», que no debe quedarse solo en la investigación”.