De El Bulli, una experiencia que nos ha dejado huella… el Documental “Tetra” |
El sábado 9 de Octubre de este año, he tenido la gran suerte y el privilegio de cenar con un grupo de amigos (“grupo Tetra”) en el “Mejor restaurante del Mundo” durante cuatro años consecutivos. Sí, he tenido la gran suerte de cenar en El Bulli. Sobre todo si tenemos en cuenta que sólo 50 personas pueden asistir a cenar cada día y unos 8000 pueden llegar a hacerlo durante toda la temporada que permanece abierto (de abril a octubre).
El restaurante no puede estar situado en sitio más bello y apartado del mundanal ruido, un recorrido difícil, con multitud de curvas que van dejando atrás preciosos acantilados, en la carretera que parte de Roses y que llega a la pequeña cala Montjoi, a tan sólo 8 km…
Quedan pocos minutos para las 20:00 y tras dejar el coche aparcado y disfrutar de la belleza y el silencio del entorno que envuelve el restaurante, nos disponemos a adentrarnos en él, no sin aprovechar, unos minutos antes de entrar, para observar la inmensa cocina y el ir y venir de 50 camareros, a través de un inmenso ventanal.
Una vez dejamos al “bulldog” en la entrada, nos metemos en el interior de El Bulli. La decoración es algo anticuada y a mi modo de ver con falta de ciertos detalles más modernos, pero realmente con un encanto y atmósfera especial que puedes sentir nada más entrar…
Juli Soler nos estaba esperando y lo primero que hicimos fue ver la cocina… Visita rápida a ese impresionante laboratorio de gastronomía molecular, con todos los cocineros en pleno rendimiento y capitaneados por Ferrán Adrià, parco en palabras, que no perdía detalle alguno de todos y cada unos de los platos que iban saliendo dirección al comedor.
De El Bulli, una experiencia que nos ha dejado huella… el Documental “Tetra” |
Tras la visita a la cocina, nos acomodaron en nuestra mesa… Es amplia, sencilla, la vajilla preciosa y empieza el espectáculo. Daba comienzo un total de 4 horas de una experiencia muy difícil de explicar y transmitir, sin perderse en una lista interminable de adjetivos que probablemente no harían justicia a todo lo que llegas a sentir, pensar y saborear a lo largo de la noche. Pero evidentemente si se pueden plasmar a través de estas líneas un puñado de detalles que no pueden obviarse…
Lo primero que merece ser comentado es el tiempo entre platos. Si hay una palabra que define claramente lo que allí sucede es: RAPIDEZ; una premura que probablemente pueda agobiar e incomodar a muchos comensales, pero que no ocurrió en mi caso… El servicio (más de 20 personas en sala) fue muy correcto toda la cena, atento, y sin ser “agobiante”, muy importante en mi opinión… Y abordamos la degustación de nada más y nada menos que 38 platos.
Empezamos una secuencia rápida de unos 10, comenzando con una “fresa” mimética con campari y una “flauta de mojito y manzana”. Llegan a la mesa nuestros primeros comentarios, risas, nervios… Esto no ha hecho más que empezar. Sin duda hay que destacar el “globo de gorgonzola”, por su sorprendente forma y gran tamaño utilizando nitrógeno liquido para su elaboración; o el “cacahuete mimético”, por su forma, su sabor, su elaboración… (probablemente uno de los platos que más sorprendió y gusto); también “la tortillita de camarones”, por su textura y su finura; y el “caviar de aceite bebido con sopa de aceituna”, un clásico, sin duda uno de los platos más originales del restaurante…
De El Bulli, una experiencia que nos ha dejado huella… el Documental “Tetra” |
Nos sumergimos ya de lleno en la cena, y evidentemente llegan pronto los platos con frutos del mar, de entre todos ellos destacaría el “coctel de ceviche y almejas” y sobre todo la “cigala al natural”, sorprendente su preparación, donde podíamos apreciar en su interior sésamo y nata…
La carne/caza también tuvo un protagonismo importante en la noche y de todos los platos destacaría la “tórtola con risotto de moras al cardamomo”, espectacular toda la mezcla de sabores.
De El Bulli, una experiencia que nos ha dejado huella… el Documental “Tetra” |
Como es lógico (y ya preveía antes de entrar), todos los platos no fueron de mi agrado, y esto me sucedió sobre todo en la parte de los platos de caza, y no me gustaron el “lomo de liebre con su sangre”, ni las “codornices con escabeche de zanahoria”. Tampoco me encantó el “ceviche de almeja con cactus kalanchoe” donde el sabor intenso y peculiar del cactus me resulto desagradable.
Como plato curioso, y que no tardamos en descubrir lo que el creador quería transmitir, fue la “rosa deconstruida”, también formada con alcachofas, curiosa estampa en el plato, por su forma y por incomparable textura en el paladar.
De El Bulli, una experiencia que nos ha dejado huella… el Documental “Tetra” |
No podemos continuar describiendo esta experiencia única, sin hablar del vino de la cena, por supuesto. Aquí nos pusimos en manos del sumiller del restaurante y nos dejamos aconsejar en todo momento. Empezamos con un Champagne (cortesía de Juli Soler), para continuar con blancos: uno del Penedés, un Bourgogne y un Montsant. No faltaron tintos, y tomamos un Cabernet Sauvignon Sudafricano (Franschhoek) y un Montepulciano del sur de Italia. Por supuesto, en los postres hubo vino dulce, un Gewurzttraminer alemán, y terminamos con un cava de la Empordá. Todos los vinos armonizaron toda la cena de forma muy correcta, y el sumiller acertó satisfactoriamente con la selección de los caldos.
De El Bulli, una experiencia que nos ha dejado huella… el Documental “Tetra” |
Tras casi 4 horas de deleite y espectáculo, llega el 38º plato… Pero para este último tienen la deferencia de servírnoslo en una pequeña, pero increíblemente acogedora terraza, a la cual tenemos la suerte de poder acceder, para terminar la cena. El plato 38 es la “caja”: el sueño de todo aquel que sea amante al chocolate. Sí, una caja de grandes dimensiones, que contenía decenas de distintos tipos de chocolates… En fin, toda una delicia.
De El Bulli, una experiencia que nos ha dejado huella… el Documental “Tetra” |
De todo este festival para la vista, gusto y olfato, cabe resaltar y destacar de El Bulli la altísima calidad de su materia prima y la pasión que en cada plato Ferrán Adrià muestra de manera absoluta. En mi opinión, es lo que hace que año tras año sea elegido como “Mejor Restaurante” y marca la diferencia con los demás.
En resumen, una experiencia inolvidable, y muy recomendable para todos los amantes de la gastronomía.
Aquí os dejo el link del Documental Tetra, nuestra Experiencia en El Bulli: El Bulli, nuestra experiencia reflejada en el documental “Tetra”