23 bodegas asistieron, presentaron sus vinos a todo aquel que hizo presencia en el Hotel Palace de Madrid (X Salón de los Vinos de Madrid). Estaban bodegas muy buscadas por sus reconocidos vinos como Bodegas Ricardo Benito con su ASIDO 2004 o el DIVO 2006 (FICHA TECNICA); como VIÑAS El Regajal con su REGAJAL SELECCIÓN ESPECIAL 2006. El cual no me defraudó y coincido en lo que dicen en Akata vino. Otros que no defraudan son Bodegas Jeromín donde hay dos líneas muy diferenciadas expresadas en dos grandes vinos. Por un lado MANU, su vino de autor, un vino excepcional, y no busquéis «la monotonía» en este vino porque cada añada es diferente. Y por otro, los buque insignia de la bodega, Félix Martínez CEPAS VIEJAS y 5 AÑADAS. Aprovecho para mencionar a los pequeños de la familia, GREGO CRIANZA Y GREGO GARNACHA CENTENARIA. Vinos jóvenes, donde encontraremos el poderío de la fruta. Son los vinos perfectos para platos tan apreciados en estas fechas como lo son unas buenas migas o un buen cocido, los platos de cuchara.
Otras bodegas, como Señorío de Val de Azul comienzan a pisar fuerte, siguiendo la misma línea tras sus primeros pasos. Estaban los dos vinos tintos de la casa: SEÑORIO DE VAL AZUL 2006 (FICHA TECNICA), y FABIO con la añada 2005 (FICHA TECNICA) y la añada 2006 (FICHA TECNICA). Quiero destacar estos últimos. Vinos con fermentación maloláctica en barrica, crianza sobre sus lías durante 13 meses en roble francés, 90% nuevo. La única diferencia entre ambos, además de la añada, es el coupage, siendo el 2005 un 70% Cabernet y 30% tempranillo y el 2006 un 30% Cabernet, 65% Shiraz y un 5% Tempranillo. Esto explica las diferencias aromáticas tan apreciables que se pueden encontrar. Su precio, inmejorable, FABIO unos 10€ aproximadamente y unos 7,50€ SEÑORIO DE VAL AZUL. Eva C. Rodríguez Sánchez, la gerente, me comentó que estaban comenzando a embotellar FABIO 2007. Y, aún con la fuerza y energía de un vino recién embotellado, estoy deseando hacer la cata de las tres añadas. Un vino, y una bodega con futuro, de eso no ha duda.
También pude ver el nacimiento de nuevos vinos de una destacable calidad; fruto del esfuerzo, del entusiasmo y de la pasión que ponen pequeñas bodegas como es el caso de Bodegas Licinia donde Olga Fernández como directora técnica y enóloga de la bodega, presentó su creación, LICINIA 2006. Un vino con un color rojo picota, complejidad aromática, frutos rojos y especias, algo mineral. Un vino con una entrada en boca suave, fresca, con cuerpo, equilibrado, y con una intensidad contundente. Un vino franco, honesto.
Espero que la Edición futura tengamos el placer de descubrir nuevas primicias…