Hemos comentado en muchas ocasiones la importancia de la hidratación, sus beneficios, y más concretamente, la Hidratación en las personas mayores, la Hidratación en épocas de exámenes, la hidratación en la infancia…
En el anterior post sobre aguas hablábamos que el Instituto de Investigación Agua y Salud recomienda a las mujeres beber agua mineral natural durante el embarazo, cómo una mujer embarazada necesita aumentar su ingestión diaria de agua en al menos 300 ml con el fin de disponer de la cantidad suficiente para atender la formación del líquido amniótico, el crecimiento del feto y la mayor ingestión de energía que se produce durante el embarazo.
Hoy me gustaría destacar la importancia del agua, de la hidratación en el embarazo. Una de las mejores formas que tendrá la futura mama para mantenerse hidratada es sin lugar a dudas, tomando agua. Mantener una dieta equilibrada y beber una cantidad de líquidos al día (Ingesta Adecuada: 3 l/día de agua total que supone 2,3l bebidas ingeridas/día que son 10 tazas aprox.) puede ayudar a prevenir problemas habituales y aliviar malestares comunes del embarazo:
1.- Uno de los grandes beneficios del agua es que ayuda a evitar la deshidratación, ya que si ésta se produjese durante el embarazo podría ser peligrosa, causando dolores de cabeza, náuseas e incluso contracciones durante los últimos meses. Entre los principales síntomas de la deshidratación se encuentran: tener la boca seca, orinar con menor frecuencia y de color oscuro, sufrir mareos y, sobre todo, tener la sensación de sed, situación a la que hay que procurar no llegar, bebiendo líquidos constantemente.
2.- El agua ayuda a evitar el estreñimiento, un problema habitual durante la gestación.
3.- Además, el agua contribuirá también a evitar las hemorroides y las infecciones urinarias.
4.- Beber agua a pequeños intervalos ayudará a prevenir la acidez creada por los jugos gástricos y las náuseas.
5.- La retención de líquidos puede provocar la sensación de piernas cansadas e hinchadas, situación que se podrá evitar con la ingesta adecuada de agua.
6.- El agua regula la temperatura corporal.
7.- La orina será más abundante, lo que contribuye a depurar el cuerpo de toxinas, reduciendo la posibilidad de que se produzcan cálculos renales e infecciones de orina o cistitis, problemas relativamente frecuentes entre las mujeres embarazadas.
8.- Facilita el flujo de nutrientes hacia el torrente sanguíneo de la sangre de tu bebé, y su distribución por todo el organismo.
9.- El volumen de sangre se duplica y se vuelve más viscosa, previniendo la hipertensión y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
10.- Tomar agua hará que tu piel luzca sana. Además, bebiendo mucha agua todos los órganos estarán bien hidratados y funcionarán mejor durante este importante periodo.