Uno de los grandes placeres de esta vida es viajar a Italia y disfrutar de su comida. Pero… ¿conoces realmente la típica gastronomía italiana? Gracias a la globalización nos podemos hacer una idea, pero no siempre lo que sale de las fronteras de ese país es exactamente lo que se consume dentro de él.
Un claro ejemplo, y sin irnos más lejos, es España donde existe un concepto bastante limitado de la gastronomía italiana limitándose a la pasta y la pizza. Sabemos que es una comida rica y fácil de hacer y que a los más peques les encanta.
¿Sabes dónde nació la pizza, qué tipo de queso es la burrata, en qué momento se comen la ensalada, cuándo se pide un capuchino, cuál es la diferencia entre “peperoni” o “pepperoni” o si todos los restaurantes tienen pizza?
Si estás planeando hacer un viaje a La Toscana, Roma, Nápoles o cualquier otra ciudad que se te antoje y no quieres cantar en la ciudad cual guiri con sandalias y calcetines. ¡Te recomendamos que memorices las siguientes pautas como tu propio nombre!
¡Te ponemos a prueba!
- Hay más de 100 tipos de pasta y la boloñesa no es una de ellas, ya que se es pasta ragù (alla bolognese). Tampoco pidas una pizza carbonara o boloñesa, ya que son salsas exclusivas para la pasta.
- El ingrediente principal de la salsa Pesto es la albahaca y no el perejil.
- Los italianos echan sal gorda al agua antes de cocer la pasta.
- Si quieres pedir ensalada como primer plato, ¡olvídate! Los únicos primeros que encontrarás con el arroz, la sopa, la pasta o cualquier otro plato de cuchara. Tendrás que salir en busca de la insalatone: ensaladas contundentes como único plato que la sirven en pocos restaurantes. Ellos sólo comen ensalada como acompañamiento del segundo plato.
- No pidas una pizza en un restaurante porque no hay. Las pizzerías suelen estar abiertas sólo por la noche, por lo que no se suele comer pizza para comer.
- ¿Dónde nació la pizza? En Nápoles allá por el siglo XVII como una especie de torta con tomate, aunque no fue hasta 1889 cuando la cubrieron con queso.
- El pepperoni es salami picante y el peperoni que tú tienes en mente (pero escrito con una sola “p”) significa pimiento.
- No te asustes si no ves nata en la carbonara, ya que no lleva al igual que tampoco champiñones. El ingrediente que la hace única y tradicional se llama guanciale y es una chacina italiana sin ahumar.
- El tinto de verano no existe en Italia. Si quieres añadirle casera o limón al vino, tendrás que hacerlo a escondidas.
- La pizza napolitana es la mejor de todas y de precio está muy bien. La margarita -cuyos ingredientes principales son el tomate, la mozzarella y la albahaca– cuesta 4 euros y las más elaboradas entre 6 y 8 euros.
- No pidas una pizza para compartir o la dejes a mitad. Si puedes comerte los tres vuelcos del cocido como auténtico español, podrás con una pizza entera para pasar por un auténtico italiano.
- La pasta en Italia no está dura, sino que es pasta al dente. Tampoco se tiran los espaguetis a la pared y si se pegan en el azulejo es que están ya. ¡Es todo un mito!
El café, un auténtico oasis en Italia
En cuanto al café, cuántos tipos tienen y cuándo lo beben. En España tenemos una gran variedad de café pero los italianos son los auténticos reyes de este manjar. Los hay más o menos fuertes, pero nunca lo digas delante de un italiano, ya que “el café no es demasiado fuerte, tú eres demasiado débil”. Hay decenas y decenas de tipos de café pero no tendríamos ni espacio ni tiempo material para explicarlo en un solo post, así que te resumimos las diferencias entre los más conocidos.
Si vas a pedirle al camarero un café, te servirá un caffè o espresso: hecho en una máquina de espresso, servido en una pequeña taza con poca cantidad de agua y extremadamente fuerte. Nunca pidas un cappuccino –capuchino, el más conocido en España- para después de comer, ya que sólo lo sirven en los desayunos con un corneto, o lo que es lo mismo, un croissant. ¿Entonces qué piden una vez que tienen el estómago lleno? Cualquier café sin leche, infusiones o un caffè d’orzo. ¿Qué es? Una infusión hecha con granos de cebada –tostados y molidos al igual que el café- y servida en una taza más pequeña que la del capuccino y algo más grande que la del espresso.
Una cosa tienes que tener clara, si pides un café con hielo, ¡estás muerto! En Italia no existe el café con hielo, ya que al deshacerse aguaría mucho el café llegando a estropearlo. Lo que hacen es meter el café recién hecho en la nevera y lo enfrían con hielo en un vaso muy frío y rápidamente lo filtran para quitarle el hielo.
¿Te ha quedado “tutto chiaro”? Lo que sí es seguro es que ya estás preparado para viajar a cualquier parte de Italia y disfrutar como debe ser de su gastronomía italiana. Buon appetito!