Damos por hecho que eres un auténtico winelover, pero qué pasa si aún no has sido bautizado en ninguna bodega donde puedes tener ese primer contacto con la cultura del vino. Creemos que es primordial que aprendas los pasos básicos para salir airoso en tu primera cata del vino y a la vez, que tengas una experiencia divertida.
Como si fuese el mismísimo Padre Nuestro, memoriza estas pautas y serás el rey o la reina de la cata enoturística:
1. No te pondrás nervioso ante lo desconocido
Si te sientes bastante perdido incluso antes de llegar a una bodega, tómatelo como cuando hacías una excursión a la granja de pequeño y disfruta del momento y de todo lo que tiene que contarte el guía, que se convertirá en tu mejor amigo. Total… para eso has ido: para aprender.
2. Apreciarás el terruño que pisas
Muy importante es el terruño donde crecen sus cepas. Ese es un asunto que, aunque te lo explique de primeras el guía, tienes que saber disfrutar por ti mismo y pasear por los viñedos que nos regalan esas uvas que podremos disfrutar después embotelladas.
3. Venerarás el trabajo de la vendimia
Si no sabes cuál es la fecha de la cosecha de la uva… estás demasiado perdido. Entre agosto y octubre los trabajadores se dedican a recoger la uva de sus viñedos y si estás en una bodega durante esas fechas, probablemente te enseñen cómo lo hacen, e incluso puede que les ayudes a vendimiar. Además, te harán una visita rápida para ver el funcionamiento. Se trata de un proceso en cadena que no es tan fácil como parece ni tan complicado como se ve. Aun así, otra buena época para ver las vides es entre octubre y noviembre cuando su naturaleza visual es espectacular con los colores anaranjados y ocres de las hojas por la llegada inminente del frío donde las perderán y les hará entrar en letargo.
4. Escucharás a tu guía por encima de todo
Si nunca has sabido apreciar lo suficiente una bodega, ya sea porque no tienes ni idea de viñedos, barricas o proceso de elaboración del vino, no importa porque simplemente tendrás que asentir con la cabeza y sonreir. La mayor parte de los guías, además, intentan que los visitantes participen haciendo la ruta más divertida e interactiva. Ah, y toma nota de lo que veas y de lo que te cuenten. Esto te ayudará a entender un poquito mejor el trabajo realizado para elaborar una botella de vino, y sabrás apreciarla en el momento de disfrutarla.
5. Inmortalizarás el momento
Llega la hora de hablar del punto técnico del vino en la sala de barricas, y es ahora cuando aprenderás que la barrica oxigena el vino lentamente y le aporta textura y aroma para suavizar su sabor, o la diferencia entre una de roble francés, rumano, americano o de la Península Ibérica. Esta sala suele ser espectacular y digna de hacer una foto o catar vino con la pipeta, si te dan la oportunidad. Nosotros te animamos a que se lo pidas. Comprobarás la evolución que experimenta el vino según el tiempo y el tipo de barrica.
6. Te empaparás de la cultura del vino
Previa cata del vino, siempre se hace una ruta por los viñedos o la bodega que ya hemos comentado. Algunas de ellas, además, cuentan con museos o túneles sensoriales donde te familiarizarás con los olores y colores del vino, para aprenderlo todo antes de la cata. Algunos de ellos son Coll de Roses o Dinastía Vivanco.
7. Aprenderás a…
Observar al resto y cogerás la copa delicadamente por la base para olfatearla después. Es importante cómo coger la copa para no quedar como si estuvieras de copas con tus colegas en una reunión casera. Además, sabrás lo que es el equilibrio, que en la jerga de cata de vinos significa la combinación de acidez, dulzor, taninos y alcohol en un vino.
8. No dirás…
“Este vino está asqueroso”, no harás referencias al vino como “este caldo”. No deberás hacer sorbeteos ruidosos ni decir que el vino “está rico” o que “el vino te da sueño”. En definitiva, el vino es un producto que tenemos la suerte de tener en un país vitivinícola como el nuestro. Hay que ser respetuosos con el trabajo de todo un año o más de familias enteras que viven por y para el viñedo y el vino.
9. Te creerás un auténtico sommelier
Al fin ha llegado el momento y ya no hay vuelta atrás. Con la práctica, y cuanto más conocimientos adquieras de visitas a bodegas, desarrollarás una capacidad sensorial, y será cada vez más fácil que encuentres aromas familiares en el vino que estás probando como si fueras un auténtico sommelier: captando los aromas con elegancia, sin tocar el vino con la punta de a nariz. Utiliza la palabra «cuerpo» para referirte al grosor y la sensación de la textura del vino en el paladar.
10. Compartirás tus conocimientos con el prójimo
Tras haberte divertido en esta especie de gymkana ya superada, ahora podrás aprovechar tus conocimientos para hacerlo en restaurante, o incluso, en casa con los amigos y familiares y compartir con ellos gustos, gestos y sensaciones. Y si quieres una pequeña ayuda, no hay nada como recurrir a esas aplicaciones móviles que te acaban salvando la vida como estas 5 aplicaciones para ser un auténtico winelover.
¿Es tan importante saber apreciar el vino? Sí. Para que os hagáis una idea, el próximo 8 de marzo estaremos en el certamen anual más importante del sector donde 240 locos del mundo del vino pondrán a prueba sus sentidos en la octava edición del Premio Vila Viniteca de Cata por Parejas, cuyas inscripciones se agotaron en media hora.