Con el doctor Maraver Eyzaguirre mantuve una conversación larga y distendida abarcando todos los ámbitos del agua mineral natural. Aproveché la oportunidad de estar con uno de los profesionales con mayor conocimiento en aguas minerales y con el rigor científico que le otorga llevar trabajando en la Cátedra de hidrología médica de la Universidad Complutense, único centro español que tiene personal docente investigador dedicado a tiempo completo a la Hidrología, es decir, a las aguas.
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Uno de los temas que me interesaba abordar era la presencia de sodio (Na+) en las aguas minerales, ya que es un asunto peliagudo de tratar si tenemos en cuenta que la población en general asocia el consumo de sodio con la hipertensión.
Esto es lógico ya que cualquier pauta de comportamiento o protocolo contra la hipertensión nos habla de bajo contenido en sodio. Entonces uno huye de la palabra sodio cuando se tiene hipertensión.
«Lo que el público desconoce es que el sodio en las aguas minerales está acompañado del ión bicarbonato (HCO3– y no del cloruro. Lo que es perjudicial para la tensión es la sal, que es el cloruro sódico (ClNa). En las aguas el ión cloruro (Cl–) prácticamente no existe o se encuentra en ínfimas cantidades, y por tanto no tiene repercusión».
Sobre este tema existe una línea de trabajo publicada que me gustaría comentar. Es un estudio realizado por el departamento de Medicina de la Universidad de A Coruña junto a profesionales de Atención Primaria de la provincia de Lugo donde el objetivo del estudio fue valorar si la ingestión de agua mineral bicarbonatada sódica con diferentes concentraciones de minerales modificaba las cifras de Presión Arterial (PA) y parámetros bioquímicos urinarios en pacientes hipertensos mayores de 45 años.
Para ello reunieron a un grupo de 132 adultos hipertensos de la misma área geográfica (Lugo), todos ellos diagnosticados pacientes hipertensos con tratamiento farmacológico antihipertensivo y con recomendación de ingesta moderada de sal.
Los pacientes estuvieron ingiriendo 1,5 litros/día durante 9 semanas de agua mineral con tres concentraciones diferentes de residuo seco de 96,2 (agua de mineralización débil), 183,2 (agua de mineralización débil), y 1200 (agua de mineralización fuerte) mg/l, respectivamente, estudiando Presión Arterial y excreción urinaria de minerales (sodio, calcio y potasio), en las tres fases, antes de su inclusión al estudio, a las 4 semanas y a las 9 semanas.
Todos los pacientes fueron instruidos para que no modificaran la cantidad habitual de agua que bebían diariamente y que simplemente sustituyesen el agua del grifo que ingerían habitualmente por el agua mineral a distribuir, así como para que no variasen sus hábitos dietéticos ni modificaran la cantidad de sal añadida a la comida.
Los pacientes se dividieron en tres grupos, supervisados por un médico cada uno. A cada grupo se le seleccionó un agua mineral de las tres elegidas, y tanto los médicos como los pacientes desconocieron en todo momento la procedencia de las tres aguas minerales.
Las tres aguas fueron agua de manantial del grupo Mondariz no comercializada, la segunda es un agua mineral natural de mineralización débil comercializada Mondariz y la tercera es un agua mineromedicinal de mineralización media proveniente de un manantial del Balneario de Mondariz. Las tres con bicarbonato sódico predominante y con presencia de calcio (Ca2+), potasio (K+) y magnesio (Mg2+).
Las Conclusiones fueron las siguietes:
1.- Ninguna de las tres aguas ingeridas aumentó la PA sistólica o diastólica En todos los grupos se observó una ligera disminución de la PA al finalizar el estudio.
2.- Las aguas más mineralizadas y, por lo tanto, con mayor concentración de sodio y también de bicarbonato, calcio, potasio y magnesio, ejercen un efecto protector frente al aumento de PA a las 9 semanas de la intervención. Estos datos sugieren que el bicarbonato sódico y el cloruro sódico difieren en su efecto sobre la PA.
Por lo tanto, el bicarbonato y también muy probablemente el calcio, potasio y el magnesio que acompañan al sodio en el agua mineral pueden ser factores que interactúen entre sí y modulen la respuesta presora del sodio.
3.- Con respecto al efecto de la ingestión de aguas minerales bicarbonatadas sódicas en la excreción urinaria de minerales.
Se sabe que el cloruro sódico incrementa la excreción de minerales mientras que el bicarbonato sódico actúa con el efecto contrario.
Así en este estudio pudieron comprobar que los pacientes que bebieron el agua con mayor mineralización y contenido en bicarbonato sódico tuvieron una disminución de excreción de calcio y potasio, a pesar del aporte suplementario de minerales y especialmente de calcio de cerca de 200 mg/día.
Esta reducción de la excreción de calcio puede tener efectos beneficiosos en las mujeres con riesgo de osteoporosis y la ingesta de aguas bicarbonatadas sódicas podría contribuir a incrementar la ingesta de contenido alcalino recomendada en individuos con riesgo de osteoporosis.
“Las aguas bicarbonatadas sódicas que son la mayoría de las aguas minerales españolas no tienen repercusión sobre la tensión arterial”, D. Francisco Maraver Eyzaguirre.
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Bibliografía consultada:
Efecto del consumo de agua bicarbonatada sódica con diferentes concentraciones de minerales en pacientes hipertensos. MEDICINA NATURISTA. 2006. N.º 9: 450-459.
Rosa Meijide Fraíldea, Carmen López Silva, Miguel Sánchez de Enciso, Concepción Rodríguez Fernández, Antonio Freire Magariños, José L. Rodríguez-Villamil, Jorge Teijeiro Vidal. Departamento de Medicina. Universidad de A Coruña.
Atención Primaria. Provincia de Lugo. Red de Atención Primaria. Servicio Galego de Saúde. España
Muy interesante el estudio realizado por la Universidad de A Coruña. Los resultados sorprendentes.
Muy buen artículo. Muchas veces cosas que las personas mayores se creen que hacen bien a su salud no son más que mitos.
Tengo que me leer muy bien todos los artículos que tienes relacionados con el agua ya que me parecen muy interesantes.
Excelente artículo y el listados relacionado no me lo pierdo.
Enhorabuena por tan bueno blog.
Es un bien esencial
Felicidades por el buen reflejo y uso de la información presente. Me complace especialmente por haber realizado las primeras catas de aguas en España y algunas cosas más en el mundo de la prensa escrita y la formación.
Un cordial saludo y mis mejores deseos de éxitos continuados en esta dificil pero atractiva profesión.
gracias